Universidad para todas y todos, una añeja demanda que es “sana obsesión” para el Gobierno mexicano
- Pablo Nagano
- 13 nov
- 2 Min. de lectura
Bien sabido es que la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha abrevado de los movimientos estudiantiles buena parte de su talante político y su indiscutible vocación por la justicia social, donde el componente educativo es factor.
En octubre, y aún en medio de sentidas urgencias como las inundaciones que afectaron severamente a cinco estados del centro y sur del país, la Presidenta dedicó un momento de su agenda a la inauguración del plantel Chalco de la Universidad Nacional Rosario Castellanos (UNRC).
Es una respuesta a la urgente demanda de ampliar las oportunidades educativas para las y los jóvenes, sobre todo en zonas donde la exclusión social es un asunto de todos los días. Sheinbaum lo viene construyendo desde que era Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y todo indica que llegó el momento de la aceleración, ante las lentas respuestas de parte de instituciones con aparatos burocráticos y administrativos aletargados. Mucho prestigio, poca acción que satisfaga el propósito de la mandataria.
Hay puntos indiscutibles, distintivos, que definen la trascendencia de un mandato presidencial. Claudia Sheinbaum ha decidido dar fuerte impulso a la educación media superior y superior, con alientos que franquean el desafío a lo establecido: así, transformó el acceso al bachillerato en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y prácticamente ha obligado a los estados, mediante la fórmula del bachillerato nacional, a garantizar lugares para las y los alumnos.
Notoriamente se conmueve la Presidenta cuando trata este tema: la educación es un derecho, no un privilegio, suele decir, y traza una línea directa hacia las juventudes al señalar que nadie debe quedar marginado de las escuelas o las universidades. Más que nunca, sabe la importancia de tener a las y los jóvenes ocupados en el estudio –el deporte, la cultura, por extensión.
El plantel Chalco de la UNRC representa mil estudiantes más de manera presencial que van al sistema de educación superior, y cuatro mil con la posibilidad de hacerlo a distancia o en línea, de una zona históricamente deprimida del oriente del Valle de México.
De acuerdo con el Informe de Gobierno, “al 30 de junio de 2025, UNRC cuenta con una matrícula acumulada de 57,441 estudiantes de licenciatura y posgrado, de los cuales 63% son mujeres. Su oferta académica consta de 36 programas de licenciatura y 15 programas de posgrado (cinco especialidades, siete maestrías y tres doctorados). Tiene una plantilla docente de 1,302 maestros y maestras: 1,196 son de licenciatura (593 hombres y 603 mujeres) y 106 de posgrado (50 hombres y 56 mujeres)”.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con una matrícula de aproximadamente 373 mil estudiantes, suele brindar espacio a solo el 10 por ciento del total de aspirantes. Nueve de cada 10 jóvenes que intentan ingresar no caben (no es un asunto de que lo consigan). Intolerable para la Presidenta. Intolerable para el país que queremos.




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