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La paz social en el campo. ¿A qué costo?

  • Foto del escritor: Pablo Nagano
    Pablo Nagano
  • hace 3 días
  • 2 Min. de lectura
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El campo mexicano vive momentos de incertidumbre, ya que una serie de factores, tanto externos como internos, han golpeado los ingresos de los productores primarios y han puesto en entredicho la paz social que se ha vivido por varios años en este sector, y que es tan complejo lograr.

Los bajos precios internacionales de los granos básicos, motivados por una sobreproducción en los principales países productores; la cancelación o adecuación de programas para el campo (desde el sexenio de López Obrador); la falta de una política de créditos bajos y de coberturas, aunado a meses de sequías y lluvias abundantes -según la región de que se trate- y un alza en la violencia (extorsiones y cobro de piso) hicieron mella en los campesinos.

Por si esto fuera poco, la presidenta Claudia Sheinbaum envió al Congreso una iniciativa de reforma a la Ley de Aguas, en la que, a decir de los propios productores, ha causado inquietud en el sector, ya que, entre otros temas, prevé eliminar el poder ceder los derechos de agua, lo que implica falta de certeza para invertir y producir, alejando también con ello el mantener a las nuevas generaciones en este ámbito.

Bajo este escenario, con productores y transportistas atizando, desconociendo interlocutores y denunciando incluso malos tratos en las mesas de negociación, el gobierno mexicano ha tenido que recomponer rápido: la presidenta Claudia Sheinbaum comentó que sobre la iniciativa relacionada con la Ley de Aguas no hay nada cerrado y que continúan los foros de diálogo en el Congreso, a fin de modificar lo necesario.

A su vez, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales, recién ha garantizado que no será lastimado el binomio agua-tierra, en clara respuesta a la incertidumbre mostrada por los agricultores por la amenaza de no poder “heredar” o vender sus tierras con estas concesiones, siempre y cuando se mantengan en la actividad para la que fueron autorizadas.

En las negociaciones ha debido tomar un rol más protagónico el subsecretario de Gobernación, César Yáñez, dejando a la secretaria Rosa Icela Rodríguez como la garante de los acuerdos finales, y los funcionarios de Agricultura han anunciado la instalación de mesas de diálogo en los estados, de donde no debieron salir para llegar a la estridencia de la  capital  de la República.

El tema no terminará en el corto plazo, en tanto que la mayoría de las causas que lo originaron siguen presentes. Además de discutir a fondo la iniciativa de Ley de Aguas, se deberá acelerar la puesta en marcha de un sistema ordenado de comercialización del maíz y mecanismos que favorezcan a los productores competir en los mercados en este y otros productos sensibles, como el trigo y el sorgo.

Tenía muchos años que no se veía una manifestación de los productores nacionales de esta magnitud. La imagen de un tractor bloqueando una vialidad es poderosa, de fácil viralización.

¿Por qué se dejaron crecer las inconformidades en el campo? Centenas de reuniones que se presume se han realizado lo único que dejan ver es la torpeza política y operativa de los responsables del sector. Y la mala cosecha puede continuar si, como reflejan los testimonios, continúan los malos tratos en las mesas de trabajo.

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